LA GUERRA ENTRE RUSIA Y GEORGIA

Un destructor cargado con ayuda humanitaria llegó a Georgia al puerto de Batumi en el Mar Negro, con alimentos para bebés, agua embotellada y un mensaje de apoyo al aliado asediado.

Antes de que el buque de guerra llegara, un general ruso propuso que el desplazamiento de buques de EEUU, a través del Mar Negro agravaría las tensiones y los impulsaría a una post-Guerra Fría, después del alto a la corta pero intensa guerra entre Rusia y Georgia.

"La población de Georgia se sentirá más segura a partir de hoy" expresó el Ministro de Defensa georgiano David Kezerashvili cuando sobre la cubierta de popa colmada de misiles de la McFaul, saludara a los oficiales de Marina de EE.UU. ataviados de sus blancos uniformes.

"Ellos (los Georgianos) no se sienten seguros porque el destructor esté aquí, sino porque creen que no están solos frente a la agresión de Rusia", añadió.

Los niños locales que ofrecieron a los americanos vino y flores.

En Europa, el Presidente francés, Nicolas Sarkozy dijo que convocaría una reunión especial de líderes de la Unión Europea, para debatir los eventos acaecidos durante la crisis, y después de ella, debido a que la Rusia occidental, ha hecho caso omiso de las acusaciones relacionadas con el retiro de las fuerzas del país vecino.

La guerra estalló Agosto 7, cuando Georgia lanzó una masiva andanada de artillería dirigida a los respaldos rusos, de la provincia separatista de Osetia del Sur. Las fuerzas rusas repelieron la ofensiva y la profundizó en Georgia, tomando posiciones cruciales a través de la pequeña ex república soviética.

las tropas de Rusia se retiraron en virtud de un alto el fuego negociado por Sarkozy, pero posicionó sus fuerzas dentro y alrededor de Osetia del Sur y Abjasia, otra región separatista. También dejaron otros puestos militares en los lugares considerados estratégicos dentro de Georgia.

Los EE.UU. y la UE concluyen que Rusia violó todos los compromisos.

La OTAN para poner fin a las operaciones rusas exigió una retirada completa, pero Moscú respondió manteniendo todos los contactos militares con la alianza, en una expresión que se consideraba propia de la extinta guerra fría.

El crucero de misiles guiados USS McFaul, que transportaba alrededor de 55 toneladas de ayuda humanitaria, es el primero de los tres buques americanos previsto para llegar en el trascurso de la semana.

El comandante del grupo de trabajo de los EE.UU. Capitán John Moore, destacó la importancia del destructor en el suministro de ayuda humanitaria. .

"Nosotros realmente estamos aquí en una misión humanitaria", dijo.

El McFaul, un Arleigh Burke-class destructor, está equipada con una gama de armamento, que incluye misiles de crucero Tomahawk, que pueden llevar cabezas nucleares, y un sofisticado sistema de radar. Por razones de seguridad, la Marina no dice sí los barcos están dotados de armas nucleares.

Los altos mandos militares de Rusia sugirieron que la llegada de EE.UU. y otros barcos de la OTAN al Mar Negro aumentará las tensiones. Rusia comparte el mar con miembros de la OTAN, Turquía, Rumanía y Bulgaria, así como con Georgia y con Ucrania, cuyos Presidentes pro-occidentales están proponiendo su ingreso en la OTAN.

"No creo que tal acumulación fomentará la estabilización de la atmósfera en la región", expresó el coronel Anatoly Gen Nogovitsyn.

por su parte un oficial de EE.UU. de América dijo que el buque anclado en Batumi, Georgia, principal puerto petrolífero en el Mar Negro, es una medida preventiva debido a las preocupaciones que generan los posibles daños al puerto georgiano de Poti – Poti y no porque se encuentre más cerca de las fuerzas rusas en Abjasia y Georgia.

Las tropas rusas todavía mantienen posiciones cerca de Poti, Georgia, y funcionarios portuarios dicen que los radares, buques Guardacostas y otros elementos de las instalaciones portuarias fueron extensamente dañadas por las fuerzas rusas, e inclusive fueron saqueadas.

Igualmente, un camarógrafo de la televisión georgiana y su conductor fueron detenidos por las tropas rusas fuera de Poti y amedrentados mediante disparos, cuando se realizaba una filmación de las posiciones.

La tensión se incrementó, cuando algunos funcionarios de Osetia del Sur afirmaron que Georgia había creado unas fuerzas militares a lo largo de la zona limítrofe, quienes intimidaron a la población con acciones como disparos en la noche y maltrató directo a la población

El Ejército de Moscú se trasladó nuevamente a la frontera para volver a trazar las fronteras de facto sobre el terreno, y el Parlamento de Rusia tiene previsto examinar las solicitudes de renovación de Osetia del Sur y Abjasia para el reconocimiento de sus demandas de independencia de Georgia.

Georgia reclama a Rusia las regiones y expresa su interés en conservarlas.

Otros acontecimientos se sucedieron y a pocos kilómetros al oeste de la central ciudad de Gori, se produjo el incendio de un tren de petróleo después de una explosión, en una situación que no fue clara y que se encuentra en investigación para determinar las causas.

Varios funcionarios georgianos dijeron que se sospecha que el tren golpeó una mina terrestre y culpan de esta pérdida a las fuerzas rusas.

Georgia se constituye en una fracción clave, como vía hacia el oeste, por cuanto se encuentra en la ruta del petróleo de Azerbaiyán y otros países del Mar Caspio entre ellos Kazajistán, a lo que se añade una importancia geoestratégica, para Rusia y los paises de la antigua Unión, en cuanto a sus exportaciones de gas y sus intercambios comerciales a través del mar.

ANTECEDENTES DEL CONFLICTO.

La actual situación de inestabilidad en Abjasia se remonta a finales de los años 80.
Los abjasios, son un grupo étnico distinto de los georgianos, resentidos por los asentamientos georgianos en su territorio y patrocinada por la antigua URSS.

La violencia se ha manifestado permanentemente entre los dos grupos, evidencia de ello es la manifestación de 1989 año en que los abjasios exigieron su autonomía política y cultural.

En 1991, luego del colapso de la Unión Soviética, la ex República Socialista Soviética de Georgia se convirtió en estado independiente y Abjasia, antigua república autónoma soviética, fue integrada en el nuevo estado.

Cuando la región de Abjasia, declaró su independencia de manera unilateral en el verano de 1992, Georgia respondió con una invasión.

La guerra fue cruenta, con incidentes de limpieza étnica, masacres y destrucción innecesaria de propiedades.

Es difícil imaginar que Abjasia, con su clima subtropical y asombrosas playas, fue una vez uno de los mejores lugares en el que los ciudadanos soviéticos pasaban sus vacaciones de verano.

LOS OELODUCTOS GEORGIANOS

Hay varias tuberías importantes que pasan a través de Georgia, algunas de ellas a tan sólo kilómetros de posiciones ocupadas por las fuerzas rusas.

Actualmente, estos ductos no parecen estar bajo amenaza por el reciente conflicto (aunque los tres han sido temporalmente cerrados, uno por las razones de seguridad y los otros dos como medida de precaución). Lo que sí está en juego son los planes para nuevas tuberías y los proyectos para la expansión de las ya existentes. Las dudas más grandes se refieren al futuro del transporte de gas. El gaseoducto existente de Bakú-Tiflis-Erzurum (BTE) lleva 6 mil millones metros cúbicos de gas al año a Turquía, parte es luego transportado a Grecia.

Cuando la producción en Azerbaiyán crezca, la línea debe alcanzar su capacidad completa de 20 mil millones metros cúbicos de gas al año en el 2014.

La Unión Europea también está promoviendo otras propuestas para el desarrollo de tuberías paralelas que puedan llevar hasta 30 mil millones metros cúbicos de gas al año del gas de Turkmenistan, y quizás de Kazajstán.

La UE llama la ruta a través de Azerbaijan y de Georgia su "Cuarto Corredor", el cual incluye proyectos como el gasoducto "Nabucco" que llevaría el gas hasta Austria, saliendo desde donde termina el BTE en Turquía.

Estos proyectos benefician a los productores caspios y a los consumidores europeos porque evitan el paso por Rusia.

Los productores ganan acceso directo a los consumidores finales, mientras que Rusia compra actualmente gas de Asia central a un precio, y después lo vende a Europa a precios mucho más altos y la diferencia supera con creces el mero costo del transporte.

También beneficia a los consumidores porque nuevas líneas trae nuevos competidores en el mercado europeo, que en este momento es abastecido en un 50% por Rusia.

La demostración del poderío ruso -que oficialmente estaba protegiendo a los rusos que residen en el territorio separatista en Georgia de Osetia del Sur- es un recordatorio para los productores caspios, particularmente Kazajstán, donde cerca de 30% de la población es de origen ruso.

Se puede prever ahora que la presión rusa sobre los productores caspios para utilizar las rutas rusas para sus exportaciones aumentará.

Al mismo tiempo, las compañías occidentales que intenten conseguir los fondos necesarios para proyectos importantes en el Cáucaso del Sur enfrentarán más obstáculos.

Aunque seguramente el impacto sobre las rutas existentes será más limitado.
Por ahora, parece que no hay una seria amenaza a los oleoductos que pasan por Georgia, pero el golpe a la reputación del país como lugar seguro para alojar infraestructura costosa y extensiva es potencialmente muy fuerte.

En conclusión, todo el sistema de ductos para gas y petróleo que ya funcionaban antes del conflicto entre Rusia y Georgia deberían reanudar sus operaciones en unos días, siempre y cuando no se rompa el alto al fuego.

El tráfico ferroviario, sin embargo, puede tardar más para recuperarse, dependiendo del daño que sufrió la infraestructura y de las actividades de mantenimiento y reconstrucción.

Pero la verdadera perjudicada fue la reputación de Georgia.

Estos últimos días han demostrado que los llamados "conflictos congelados", o las denominadas guerras frías, no son más que volcanes cubiertos de nieve.

Proteger las inversiones que ya se hicieron en este país es una cosa, pero poner más dinero para construir nuevas tuberías es otra cuestión completamente distinta

Las tropas rusas han tomado el control de la zona separatista de Osetia del Sur, y todo parece indicar que Moscú está adoptando todas las medidas para que su presencia sea permanente.

A grandes rasgos se pueden observar dos tipos de maniobras que Rusia está llevando a cabo en Georgia: la destrucción de la infraestructura y una guerra de propaganda.

Desde que se anunció el cese al fuego, las tropas rusas continuaron con la destrucción de estaciones de radares y la flota de guerra georgiana. Según funcionarios rusos, este es un esfuerzo para destruir "la capacidad de agresión" de Georgia.

En el ámbito de la información, el Ministerio ruso para Situaciones de Emergencia anunció que las compañías rusas de telecomunicaciones van a proveer una red de telefonía celular que estará conectada al sistema ruso y no al georgiano.

Más allá de la acción militar se encuentran otras acciones de índole integral, y Rusia ha iniciado una acción de suministro como una parte del plan para dotar a Osetia del Sur de una red de comunicaciones electrónicas.

Se ha dotado a esta región de tres canales de televisión rusos, para lo que se ha construido varias antenas de televisión en la región. La televisión rusa está controlada por el Estado y es un instrumento muy poderoso de propaganda y expansión política.

También se ha observado otro tipo de movimientos que sugieren que Rusia se está preparando para tomar el control total de Osetia del Sur. Particularmente se abrieron agencias de un banco de ahorro ruso -que pertenece al Estado- para distribuir ayuda financiera a la población local.

Con respecto al control político, ese presenta menos problemas para Rusia ya que las fuerzas separatistas tienen vínculos cercanos con Moscú, y en los últimos años de manera silenciosa Rusia estuvo promoviendo sus lazos con funcionarios leales a sus intereses.

La importancia geoestratégica de Georgia es lo que motiva la actividad de Rusia en su interés por estos territorios y en su apoyo a los aliados.